Ejercer fe en el rescate abre la posibilidad de ser perdonados por completo. La Palabra de Dios nos asegura que nuestros pecados pueden ser borrados (Hech. 3:19-21). Jehová se basa en el rescate para adoptar como hijos a sus siervos ungidos por espíritu (Rom. 8:15-17). Para los que somos de las “otras ovejas”, es como si Jehová hubiera preparado un certificado de adopción con nuestro nombre escrito en él. Una vez alcancemos la perfección y pasemos la prueba final, lo firmará con gusto y nos adoptará como sus amados hijos terrestres (Rom. 8:20, 21; Rev. 20:7-9). El amor de Dios por sus queridos hijos durará para siempre, y los beneficios del rescate, también. Este regalo nunca perderá su valor. Nada ni nadie podrá quitárnoslo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario